Adolfo Rodríguez*
El nombre, aún desconocido para mí, de Irma Mendoza en el acta constitutiva del Centro de Historia de los Llanos Venezolanos (CEHISLLAVE), en 1982, no delataba lo que habría de representar para la historia contemporánea del Guárico: ese exitoso desempeño docente a cuarto nivel como la puesta en escena de zonas que permanencia en penumbra para todos y que se ofrecen hoy bajo su amoroso cuidado. Podemos decir hoy que nunca más nuestro pasado semejará un hueco negro en la historiografía nacional, a pesar del esfuerzo tesonero, visionario y lúcido de José Antonio De Armas Chitti y uno que otro aventurero en dichas lides, como el que esto escribe. La presencia efectiva y señera de Irma va desde su paso por la Dirección de Educación y Cultura del estado, pulsando quizá desde esa atalaya, las coordenadas, que habrían de servirle para esta gesta indetenible, perseverante y reiterada, de sucesivos desvelamientos a que está siendo sometida la historia regional. Ejecutoria que Irma corona de manera magistral coordinando los Estudios de Postgrado en Historia de Venezuela en la Universidad Rómulo Gallegos, luego de cumplir docencia, siempre fecunda, en la Facultad de Ciencias Económicas, donde hizo posible una segunda entrega de la revista que Federico Brito Figueroa puso a andar para lucimiento de esa casa de estudios. Animada de tan singular disposición, emprende el mágico despliegue de esa pasión comprometida y exigente, con que asiste búsquedas, interrogantes, expectativas. Irma pondera hechos y personajes, pero no se aferra a ninguno hasta sopesar su validez y significado para un específico espacio o tiempo. Un abordaje que usualmente abre pistas para orientar brújulas, gestar hipótesis, abrir horizontes, desde los fogonazos con que asume su praxis investigativa. Una cuasi mística dedicación que habitualmente deja estupefacción entre quienes somos receptores de su gentil postura científica. Yo me pregunto cuál habría sido la suerte de los estudios históricos en nuestra región de no haber estado con nosotros esta voluntarioso fervor, atinado y desprendido que es Irma Mendoza. Una definitiva huella por el rastro que ha logrado sentar, los entusiasmos concitados, los resortes desencadenados en bien de un área del saber que nunca más será la misma luego de su efectivo ejercicio entre nosotros.
*Docente universitario, historiador y poeta.
1 comentario:
Todo sea por el Patrimonio histórico de nustros llanos guariqueños
Honor a quien honor merece.
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